
Todos sabemos que una imagen vale más que mil palabras.
Y más en el competitivo mundo inmobiliario, donde abunda la oferta de viviendas y donde cada cliente tiene unos requerimientos específicos y sabe muy qué es lo que está buscando.
De ahí la importancia de tener fotografías inmobiliarias atractivas y atrayentes, para que los clientes sientan ese flechazo de amor y puedan imaginarse disfrutando del espacio.
¿No te ha pasado, que ves la fotografía de un inmueble y quieres transportarte ahí? Pues eso es lo que queremos lograr.
Queremos despertar la emoción, hacer sentir cosas: calidez, comodidad, disfrute, tranquilidad.
¿Cómo lograrlo? Aquí te damos algunos tips.
Recorrido Fotográfico.
Antes de tomar las fotos se debe pensar por dónde comenzar y qué partes del inmueble deben ilustrarse. No siempre la entrada del piso es lo primero que queremos ver y en función de cada inmueble, debemos dibujar una especie de ruta a seguir.
Cuidado con los contraluz.
De nada sirve una foto que no se entiende. Es importante asegurarse de que cada imagen esté correctamente iluminada y se pueda comprender, de una sola vista, qué es lo que estamos mostrando.
Elegir encuadres amplios.
Ya sea por la posición o el ángulo, queremos mostrar inmuebles amplios y espaciosos, que no estén abarrotados de muebles o decoración.
Distintas perspectivas.
Es muy importante que en cada espacio te atrevas a experimentar con diferentes ángulos y perspectivas, para encontrar una toma que sorprenda, que despierte una emoción.